El Coronavirus y la Soberanía de Dios
Por el Pastor Netz Gómez:
Es evidente que uno de los temas de conversación más comunes en estos días es lo que se ha clasificado hasta ahora como la epidemia del coronavirus; hay mucha información rondando por los medios masivos y las redes sociales en cuanto a la gravedad de este enfermedad y la serie de medidas que debemos tomar.
Como dicen los profesores de epidemiología Bill Hanage y Marc Lipsitch: “debemos distinguir al menos tres niveles de información: (A) lo que sabemos es cierto; (B) lo que creemos es cierto, es decir, evaluaciones basadas en hechos que también dependen de la inferencia, la extrapolación, o la interpretación educada de los hechos que reflejan la opinión de un individuo de lo que es más probable que ocurra; y (C) opiniones y especulaciones”
Definitivamente el tomar las precauciones necesarias como la higiene personal y de nuestras casas y artefactos; el ir al doctor cuando se presentan síntomas de enfermedades respiratorias, así como el cubrirnos cuando estornudamos o tosemos son cosas que todos debemos tomar en cuenta.
En lo personal, en estos días han resonado algunos versículos mientras tengo mi tiempo devocional que creo que pueden ser de ayuda para tener una visión bíblica de eventos como estos y responder de la manera más adecuada.
- Jesús habló de esto y nos previno de no caer en temor: Él profetizó que previo a Su regreso sucederían acontecimientos desconcertantes y que la intensidad de la angustia continuará incrementando hasta que Él regrese. La gente responderá de diferentes maneras: algunos desmayarán del temor (v.26), pero otros estaremos llenos de fe, “levantando nuestras cabezas” (Lc. 21:28) para ver al Rey Jesús en vez de sólo ver los acontecimientos que suceden. Los eventos desconcertantes incluirán crisis financieras, pestes, terrorismo, choques raciales, clima violento, persecución, etc.
Mt. 24:6-8 “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. 7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. 8 Y todo esto será principio de dolores.”
Lc. 21:25-26 “…En la tierra, las naciones estarán angustiadas y confundidas por el bramido del mar y de las olas. 26 Los hombres se desmayarán de terror por el miedo de lo que sucederá con el mundo.…”
- Dios nos ha dado promesas poderosas: Este fin de semana leíamos como iglesia el Salmo 91 y no cabe duda que es una palabra que podemos usar como una espada contra la duda y el temor:
Sal 91: “Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso. 2 Declaro lo siguiente acerca del Señor: Sólo él es mi refugio, mi lugar seguro; él es mi Dios y en él confío. 3 Te rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades mortales… Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección… 6 No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad, ni a la catástrofe que estalla al mediodía. 7 Aunque caigan mil a tu lado, aunque mueran diez mil a tu alrededor, esos males no te tocarán.” Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, 10 ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar.”
Te animo a que medites, ores y declares las promesas específicas de este Salmo para este tiempo. Hay seguridad en Dios.
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- Los decretos de Dios para los Suyos son invencibles. Meditando esta semana sobre Num. 23:21 me quedé tan sorprendido de lo enfático que es Dios en cuanto a su cuidado para los suyos:
“Ninguna desgracia está en su plan para Jacob; ningún problema espera a Israel. Pues el Señor su Dios está con ellos; él ha sido proclamado su rey.”
Estudiando un poco contexto de este versículo podemos ver como Balac un rey impío estaba tratando de que el profeta Balaam maldijera al pueblo de Dios para destruirlos pero la palabra inspirada por el Espíritu Santo que él proclamó es contundente; nadie puede cambiar el decreto de Dios sobre nuestra vida. Cuando Dios decide protegernos nadie puede cambiar Su plan porque Él esta con nosotros como nuestro Rey y protector.
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- Dios tiene la decisión final sobre nuestra vida misma: Mientras terminaba mi lectura del siguiente pasaje de Números (24) me sorprendió el otro versículo que es tan definitorio y absoluto para nuestras vidas:
Nm. 24:23 “Balaam concluyó sus mensajes con estas palabras: «¡Ay!, ¿quién puede sobrevivir a menos que Dios lo disponga?”
Algo que me ha quedado claro en los años que tengo de conocer al Señor es que Él y nadie mas tiene la última palabra en todos los asuntos incluida la vida misma; sólo Dios es el que dispone o planea lo largo de nuestra vida; así que podemos ser precavidos pero a la vez muy confiados de Su soberanía para nuestras vidas. Jesús nos dijo:
Lc. 12:25-26 “¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida? 26 Y, si por mucho preocuparse no se logra algo tan pequeño como eso, ¿de qué sirve preocuparse por cosas más grandes?”
Dios tiene nuestro el día de nuestra partida en sus manos y ningún nivel de preocupación puede cambiarlo. Te animo a que aproveches cada momento de tu vida para amar a Dios, a tu familia y a los que te rodean; con tus ojos bien puestos en Jesús y tus oídos atentos a su voz para que vivas bajo la bendita soberanía de Dios porque el prometió:
Rom. 8:28 “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos.”
Consejos para la familia con Pastor Netz:
Le invitamos a escuchar una de las preguntas mas frecuentes en el programa de Pastor Netz Gómez…
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