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CULTIVANDO PASIÓN POR JESÚS
Y COMPASIÓN POR LOS DEMÁS

Somos una iglesia que ama a Jesús. Sabemos que Su presencia transforma todo. Nuestra misión es construir un lugar de reposo para Él a través de oración y adoración, donde nos unimos con Jesús para la restauración de familias y naciones.

HORARIO DE SERVICIOS

Sábados  6:00 p.m.
Domingos  8:30 a.m. (Español)

Domingos 11:00 a.m. (Bilingüe)

UBICACIÓN

19408 Londelius Street
Northridge, CA 91324 USA

EL PROCESO DE CRECIMIENTO
EN HOUSES OF LIGHT

La declaración de nuestra misión and visión se pueden resumir en una cuatro palabra:

Alcanzar | Con las buenas nuevas de Jesús a todos

 

Afirmar | Proporcionar el cuidado y la atención al nuevo creyente

 

Aprender  | Enseñas y capacitar a todos para la obra del ministerio (Ef. 4:11-16)

 

Activar  | Todos tenemos dones y talentos que utilizamos para edificar al cuerpo de Cristo

Houses of Light es una congregación comprometida a orar por el derramamiento de la plenitud del poder y propósito de Dios mientras ganamos a los perdidos, sanamos a los enfermos, alimentamos a los pobres y hacemos discípulos.

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.Mateo 28 19-20

“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” Mateo 22:37

 

A C E R C A D E N U E S T R A

HISTORIA

Todo comenzó con un sueño y una canción, una voz suave y apacible que decía: “Ve a hacer brillar una luz en un lugar oscuro”. Como Netz Gomez estaba viviendo una vida normal como diseñador gráfico y pastor asociado voluntario de una pequeña congregación en la Ciudad de México, la voz todavía pequeña del propio Hope lo llamó para comenzar algo nuevo. En 1998, él y su familia se mudaron a Los Ángeles y comenzaron el trabajo de infundir esperanza de transformación en las familias y comunidades del Valle de San Fernando al presentarles el mensaje revolucionario de Jesucristo.

De este acto de fe, nació una comunidad de creyentes, una que se centró principalmente en la restauración y transformación no solo de individuos sino de familias enteras. Uno a uno, las familias y los matrimonios fueron restaurados. Uno por uno, hombres y mujeres descubrieron quiénes podrían ser cuando se liberaran del trauma y la vergüenza al encontrarse con el amor perfecto encarnado en la vida de Jesucristo.
Veinte años después, esta pequeña comunidad se ha convertido en una iglesia de 1.500 personas llamada Casas de Luz.

Nuestra misión sigue siendo crecer en pasión por Dios y mostrar compasión por las personas mientras compartimos las buenas nuevas acerca de Jesús y servimos a la comunidad que nos rodea. Nuestro corazón es sanar a los quebrantados de corazón y ayudar a que las familias vuelvan a estar llenas de gozo. En este libro encontrará muchas de las formas en que nos hemos esforzado por asociarnos con Dios para unir el cielo y la tierra. Encontrará programas e iniciativas en las que trabajamos semanalmente. Este es el latido del corazón de nuestra comunidad y para nosotros estos no son solo programas, son canales por los cuales hemos visto a nuestras familias y amigos restaurados. Lo hacemos porque funciona y esperamos que considere colaborar con nuestro trabajo mientras edificamos familias al presentarles las buenas nuevas que es Jesús.

LO QUE CREEMOS

Creemos que sólo los 66 libros de la Biblia son la Palabra inspirada de Dios, y por lo tanto son infalibles

La Biblia es la autoridad final para todo lo que creemos y define como hemos de vivir (Mateo 5:18; Juan 10:35, 17:17; 2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:20-21).

Creemos que Jesucristo es Dios encarnado, completamente Dios y completamente Hombre,

que fue concebido y nacido de una virgen, vivió una vida sin pecado, y se ofreció a sí mismo como un sacrificio y sustituto por los pecadores. Por su sangre derramada en la Cruz, obtuvo para nosotros redención, el perdón de pecados y vida eterna. Él fue levantado físicamente al tercer día y ascendió a la diestra del Padre para interceder para siempre por los santos (Mateo 1:18-25; Juan 1:1-18; Romanos 8:34; 1 Corintios 15:1-28; 2 Corintios 5:21; Gálatas 3:10-14; Efesios 1:7; Filipenses 2:6-11; Colosenses 1:15-23; Hebreos 7:25, 9:13-15, 10:19; 1 Pedro 2:21-25; 1 Juan 2:1-2).

Creemos que la salvación es sólo por gracia, y sólo a través de la fe en Cristo

Sólo el arrepentimiento de nuestros pecados y la fe en Cristo como Salvador y Señor produce la salvación; ningún ritual humano u obra religiosa puede hacernos aceptos delante de Dios. Esta gracia salvadora también nos santifica facultándonos a través de poder del Espíritu Santo para hacer aquello que es agradable a los ojos de Dios y así ser conformados progresivamente a la imagen de Cristo (Juan 1:12-13, 6:37-44 y 10:25-30; Hechos 16:30-31; Romanos 3-4, 8:1-17, 31-39, 10:8-10; Efesios 2:8-10; Filipenses 2:12-13; Tito 3:3-7; 1 Juan 1:7, 9).

Creemos que el Señor Jesucristo bautiza a los creyentes en el Espíritu Santo

con quien somos sellados para el día de la redención. El Espíritu Santo regenera al cristiano y habita dentro de él para siempre, equipándole para vivir una vida de santidad y servicio. Posterior a la conversión, el Espíritu desea llenar a los creyentes y ungirlos con poder para ministrar y testificar. También creemos que las señales y los prodigios, así como todos los dones del Espíritu descritos en el Nuevo Testamento, operan actualmente y están diseñados para confirmar la realidad del Reino de Dios, y para edificar y llenar de poder a la iglesia con el fin de que cumpla su llamado y misión (Mateo 3:11; Juan 1:12-13, 3:1-15; Hechos 4:29-30; Roamos 8:9, 12:3-8; 1 Corintios 12:12-13; 2 Corintios 1:21-22; Gálatas 3:1-5; Efesios 1:13-14, 5:18).

Creemos que el único Dios verdadero existe eternamente en tres personas—Padre, Hijo y Espíritu Santo (Trinidad)

y que estos, siendo un sólo Dios, son iguales en deidad, poder y gloria. Creemos que Dios, no sólo creó el mundo, sino que también sostiene, gobierna y dirige providencialmente todo lo que existe y que Él va a hacer que todo lo creado glorifique al Hijo para siempre (Salmos 104, 139; Mateo 10:29-31, 28:19; Hechos 17:24-28; 2 Corintios 13:14; Efesios 1:9-12, 4:4-6; Colosenses 1:16-17; Hebreos 1:1-3; Apocalipsis 1:4-6).

Creemos que cuando los cristianos mueren pasan inmediatamente a la bendita presencia del Padre Celestial

donde disfrutan de comunión consciente con el Salvador hasta el día de la resurrección y transformación gloriosa de sus cuerpos. Los salvos morarán para siempre en deleitosa comunión con Su gran Dios trino. También creemos que cuando los incrédulos mueren son enviados al infierno, ahí esperan el día del juicio cuando serán castigados en el lago de fuego con una separación eterna, consciente y tormentosa de la presencia de Dios (Mateo 25:46; Lucas 16:19-31; Juan 5:25-29; 1 Corintios 15:35-58; 2 Corintios 5:1-10; Filipenses 1:19-26, 3:20-21; 2 Tesalonicenses 1:5-10; Apocalipsis 20:11-15, 21:1-22:15).

Creemos que el bautismo en agua y la Cena del Señor son las dos ordenanzas que la iglesia debe observar hasta el regreso de Cristo

Estas no son medios de salvación, sino canales de la gracia para la bendición de los fieles en Cristo Jesús (Mateo 26:26-29, 28:19; Romanos 6:3-11; 1 Corintios 11:23-34; 1 Pedro 3:21).

Creemos en la Segunda Venida literal de Cristo

al final de esta era cuando Él regresará a la tierra personal y visiblemente para consumar Su reino. Creemos que la Iglesia pasará a través de la gran tribulación en gran poder y victoria. Creemos que la Iglesia será raptada al final de la gran tribulación. También creemos y oramos por una gran cosecha de almas en los últimos tiempos y el surgimiento de una iglesia victoriosa que experimentará una unidad, pureza y el poder del Espíritu Santo sin precedentes (Salmo 2:7-9, 22:27-28; Juan 14:12, 17:20-26; Romanos 11:25-32; 1 Corintios 15:20-28, 50-58; Efesios 4:11-16; Filipenses 3:20-21; 1 Tesalonicenses 4:13-5:11; 2 Tesalonicenses 1:3-12; Apocalipsis 7:9-14).

Creemos que Adán fue creado originalmente a imagen de Dios, justo y sin pecado

A consecuencia de su desobediencia la descendencia de Adán es nacida bajo pecado tanto imputado como inherente, y por lo tanto los seres humanos son por naturaleza y por elección justamente condenados delante de Dios, completamente incapaces de salvarse por sí mismos o del librarse de la condenación eterna (Génesis 1-3; Salmo 51:5; Isaías 53:5; Romanos 3:9-18, 5:12-21; Efesios 2:1-3).

Creemos que la iglesia es el instrumento principal a través del cual Dios está cumpliendo sus propósitos redentores en la tierra

Para equipar a los santos para la obra del ministerio Dios le ha dado a la Iglesia apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. También afirmamos el sacerdocio de todos los creyentes y la importancia de que todo cristiano esté unido y activamente involucrado en una comunidad local de los santos. Creemos que las mujeres no son menos que los hombres y son llamadas y dotadas para proclamar el Evangelio y hacer las obras del Reino (Mateo 16:17-19; Hechos 2:17-18, 42; Efesios 3:14-21, 4:11-16; 1 Timoteo 2:11-15; Hebreos 10:23-25; 1 Pedro 2:4-5, 9-10).

Creemos que Dios ha llamado a la Iglesia a predicar el Evangelio a todas las naciones

y también a recordar a los pobres ministrando a sus necesidades a través de la ayuda y el servicio práctico. Este ministerio es una expresión del corazón del Señor Jesucristo y es parte esencial del reino de Dios (Isaías 58:6-12, 61:1; Mateo 5-7, 28:18-20; Lucas 4:18, 21:1-4; Gálatas 2:10; 1 Timoteo 6:8).

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